Uno de los yugos que aún pesa sobre la movilidad eléctrica en la actualidad, y que alimenta al que probablemente sea el principal motivo que frena su implantación masiva, es la falta de infraestructura de puntos de carga. Sin la suficiente red de puntos de carga para vehículos eléctricos, los usuarios y empresas no se atreven a dar el salto. Pero, sin coches eléctricos en circulación, no se amplía la red de carga porque no hay demanda. Es la pescadilla que se muerde la cola. ¿Están bien planteados los puntos de carga para vehículos eléctricos?

¿Dónde puedes cargar tu coche?

Como os explicamos en nuestro dónde puedes cargar un coche eléctrico, existen varias situaciones en las que se puede recargar los vehículos eléctricos, que son:

  1. La carga en casa.
  2. La carga en el trabajo.
  3. La carga en un viaje.
  4. La carga en la vía pública.
  5. La carga en establecimientos.

Tu casa, el lugar más cómodo

La carga en casa es la más económica y lenta de todas las posibles, y es también la más cómoda, puesto que no hay que emplear ni apps ni tarjetas de crédito para su uso y pago (normalmente estos puntos de carga beben del contador de la instalación eléctrica de la vivienda del propietario o propietaria). Casi todos los usuarios de vehículo eléctrico con plaza de garaje (comunitario o privado) disponen de un punto de carga propio.

Pero tienen un gran problema: no todo el mundo tiene o puede tener una plaza de garaje en propiedad, y estaciona su vehículo por tanto en la calle o en párkings públicos. Esto ya de por sí supone un engorro, cuando no un impedimento, para usar un vehículo eléctrico de manera práctica, ya que implica desplazarse a propósito al punto de carga más próximo, o más económico, de la vivienda habitual. O esto, o cargar en el trabajo, pero no siempre es posible.

Carga en BMW I8
Carga en BMW I8

En estos casos, se aprovechan al máximo los puntos de carga públicos alojados en establecimientos en los que se permite cargar de forma gratuita por usar sus servicios (cines y teatros, hoteles, centros comerciales, etc.). Suelen ser de entre 3,7 y 7,4 kW de potencia de carga.

La llamada carga rápida

También, los puntos de carga rápida, que en estos casos no lo son tanto, ya que suelen ser estaciones para dos vehículos y entregan una potencia máxima de 50 kW: demasiado lentos como para realizar una carga atendida (no te permiten realizar otras tareas mientras cargas), y demasiado rápidos como para dejarlo cargando toda la noche. Y son muy caros.

Además, en muchas ocasiones se encuentran ubicados muy alejados del casco urbano, como por ejemplo en gasolineras y estaciones de servicio (como manda y ordena la nueva Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética, que introduce dicha obligación).

Carga rápida de Tesla
Carga rápida de Tesla

Con todo, la carga en la vía pública se presenta como la gran (y única) solución que permitirá solventar todos los problemas e inconvenientes que acabamos de exponer, puesto que exige una instalación sencilla y económica, ya que ya existe una amplia red eléctrica instalada, disponible en casi cualquier lugar; se necesita una baja potencia de carga; impide la degradación de la batería, al no sobrecalentarla durante el proceso de carga; y asimismo, permite poner unos precios para la recarga muy económicos.

Espa y su talón de Aquiles

Y a pesar de ello, en España actualmente sigue habiendo una gran escasez de puntos de carga, puesto que sólo existen desplegados unos 18.000 puntos (de los 45.000 que se pretendía tener listos para el año 2.022). Además, alrededor de una quinta parte de los existentes se encuentran fuera de servicio, según la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos (AUVE).

La instalación de esta vital infraestructura debería recaer en los Ayuntamientos, pero en la práctica no se llega a cumplir, bien sea por falta de interés, bien sea por la gran lentitud y complejidad burocrática de las administraciones para conceder licencias de obra que permitan finalizar las instalaciones, que en ocasiones lleva hasta un año o más.

En cambio, el ámbito privado empieza a despertar y se empiezan a ver ya generosas inversiones para instalar numerosos puntos de carga, como es el caso de Mercadona, que ya dispone de 2.000 puntos y pretende tener más de 5.000 para el año 2024.

Por tanto, volviendo al principio del artículo: ¿están bien planteados los puntos de carga para vehículos eléctricos? Claramente, la respuesta es no.