Todos hemos escuchado en más de una ocasión que al comprarte un móvil había que cargarlo la primera vez al 100 %, o que había que cargarlo siempre al agotarse la batería. Probablemente, debido a esos falsos mitos, y a la experiencia de uso que hemos normalizado en los dispositivos electrónicos con batería, mucha gente tiene el temor a que tengamos que cambiar la batería de nuestro vehículo eléctrico a los tres años de uso. Pero nada más lejos de la realidad. Siguiendo unos cuantos consejos para cuidar y alargar la vida de la batería de tu vehículo eléctrico, conseguirás sacarle el máximo rendimiento y te durará muchos años, probablemente más que el propio vehículo.
Alargar la vida de la batería
Aunque la electrónica del vehículo se encarga de proteger la química interna de las baterías, es muy importante seguir unos consejos para prolongar en la medida de lo posible su vida útil y que además tengamos las mejores prestaciones de autonomía. Hay que tener en cuenta, además, que prolongar la vida útil de las baterías tiene un impacto muy positivo en el medio ambiente, ya que se evita el consumo de materias primas y las emisiones contaminantes que se derivan del proceso de extracción y fabricación.
Toma buena nota, pues, de los siguientes consejos para proteger y alargar la vida de la batería de tu vehículo eléctrico.
Mantén el nivel de batería entre el 20% y el 70%
Hay que tener en cuenta que para preservar la batería en buenas condiciones y no acelerar su degradación prematura, se deben evitar dos extremos: las descargas profundas y las cargas completas, ya que en ambos casos se produce una pérdida en la capacidad de la batería. En el primer caso, por la formación de óxido de litio (que consume el electrolito), y en el segundo caso por la formación de óxido de cobalto (en el cátodo).
Según el fabricante alemán de baterías BMZ, que es suministrador de la empresa StreetScooter, y que ha realizado un estudio en el que ha sometido a diferentes procesos de carga y descarga a varias celdas de Samsung, es mejor mantener las celdas por debajo del 80 %, aunque ello implique que tengamos que bajar el nivel de carga del 10 %. El resultado de dicho estudio es muy llamativo, y los números hablan por sí solos:
- Del 100 a 0 %: 500 ciclos de carga y descarga.
- Del 100 al 10 %: 500 ciclos.
- Del 100 al 20 %: 1.000 ciclos.
- Del 90 al 0 %: 1.500 ciclos.
- Del 90 al 10 %: 1.500 ciclos.
- Del 90 al 20 %: 2.000 ciclos.
- Del 80 al 0 %: 3.000 ciclos.
- Del 80 al 10 %: 3.000 ciclos.
- Del 80 al 20 %: 3.500 ciclos.
- Del 70 al 0 %: 5.000 ciclos.
- Del 70 al 10 %: 5.500 ciclos.
- Del 70 al 20 %: 6.000 ciclos.
Según se puede apreciar, es más importante no excederse en la carga de la batería que en la descarga.
Además, la velocidad de carga se ralentiza mucho al pasar del 80 %, y en especial cuando alcanzamos el 90 %, por lo que largo esto alargará el tiempo de carga y la duración de un viaje largo.
Realiza periódicamente un ciclo completo de carga
Cada cierto tiempo realiza un ciclo completo de carga y descarga de forma controlada, descargándola hasta el 1 % o el 2 % y cargándola inmediatamente después hasta el 100 %, momento en el que detendremos la carga y comenzaremos a circular inmediatamente. Esta operación se denomina calibrado de la batería, y se hace para que el sistema de gestión de carga sepa dónde se encuentra el punto inferior y el punto superior de carga y pueda calcular de forma correcta la capacidad total real de la batería.
Evita las cargas rápidas (excepto en viajes)
Para evitar el sobrecalentamiento haremos cargas rápidas sólo cuando sea necesario (en viajes), ya que presentan intensidades de corriente muy elevadas que provocan el calentamiento del sistema, uno de los peores enemigos de las baterías al afectar al proceso químico interno y generar riesgo de incendio y explosión.
Evita cargar o descargar por completo la batería
Salvo que sea estrictamente necesario para poder llegar al siguiente punto de carga o a destino, no se debe cargar la batería al 100 % debido a los motivos expuestos en el primer punto. Si se diera el caso, inmediatamente después usaríamos el vehículo para consumir algo de energía almacenada en la batería. Las descargas profundas, asimismo, degradan la batería y reducen su vida útil.
Si te encuentras viajando y sabes que no vas a llegar al siguiente punto de carga, detente cuanto antes de manera segura y trata de buscar un enchufe lo más cercano que puedas; puedes pedir ayuda a algún vecino, en una empresa, cualquier toma de corriente vale (siempre que tengamos los cables y adaptadores necesarios).
Mantén tu coche conectado y el nivel de batería entre el 40 y 50%
Cuando un vehículo eléctrico se apaga, se inicia un proceso de desconexión o parada de varios de sus sistemas internos, como la refrigeración o los contactores eléctricos de la batería de alta tensión (o tracción). De este modo, la batería queda aislada eléctricamente del resto del vehículo y se minimiza su descarga pasiva.
Si vas a dejar el vehículo estacionado por un período de tiempo prolongado, mantenlo conectado siempre que sea posible para evitar que la batería de alta tensión pueda llegar a descargarse por completo. El nivel de batería idóneo para dejar el vehículo eléctrico estacionado y conectado durante largos periodos de tiempo está entre el 40 % y el 50 %, puesto que la tensión a la que están las baterías individuales (las “pilas” que forman las celdas) es la indicada por el fabricante para esta situación (3,75 Voltios).
Si es posible, programa la carga de tu vehículo para que no pase del 50 %.
Si no pudieras dejar el vehículo conectado, el nivel de carga de la batería deberá ser del 60 % como máximo (nunca lo dejes cargado al 100 % o por debajo del 40 %).