Cada vez son más las personas que optan por cambiar su coche de gasolina o diésel por un vehículo eléctrico. Esta decisión se debe, en parte, a la preocupación por el medio ambiente, al aumento del precio de los combustibles y a los avances tecnológicos que hacen más accesibles este tipo de vehículos.

Sin embargo, a pesar de que cargar un coche eléctrico es más económico que llenar el depósito de uno de combustión, el coste de la electricidad sigue siendo un factor importante. Es aquí donde entra en juego la carga solar, una alternativa que permite reducir aún más los costes asociados a la movilidad eléctrica.

¿Qué es un sistema de carga solar para vehículos eléctricos?

Un sistema de carga solar para vehículos eléctricos es una solución que permite alimentar el proceso de recarga del coche con energía proveniente del sol. En lugar de depender exclusivamente de la red eléctrica, el vehículo puede recargarse aprovechando la electricidad generada por paneles solares instalados generalmente en el techo de una vivienda o en una estructura cercana.

Este sistema contribuye a reducir el consumo eléctrico de la red y promueve un modelo energético más sostenible. Al utilizar una fuente renovable y limpia, se disminuye la huella de carbono asociada al uso del vehículo eléctrico.

El sistema de carga solar puede estar compuesto por varios elementos: paneles solares fotovoltaicos, un inversor que transforma la energía solar en corriente útil para el hogar y el vehículo, un cargador específico para coches eléctricos, y en algunos casos, una batería doméstica para almacenar la energía sobrante.

¿Cómo funciona la carga solar en coches eléctricos?

El funcionamiento de un sistema de carga solar para un vehículo eléctrico es relativamente sencillo. Durante las horas de sol, los paneles solares captan la radiación solar y la transforman en energía eléctrica. Esta energía puede ser utilizada en tiempo real para cubrir las necesidades del hogar y, si hay excedente, para cargar el coche eléctrico.

La clave de un buen mantenimiento del punto de recarga está en el equilibrio entre la producción y el consumo, y en la opción de que, si la instalación solar produce más electricidad de la que se está utilizando en la vivienda, ese excedente pueda redirigirse al coche. En el caso de que no haya suficiente energía solar disponible, el sistema puede complementarse con electricidad de la red, dependiendo del modo de carga que esté configurado.

En algunos casos, los sistemas de carga solar incluyen una batería de almacenamiento. Esta batería permite guardar la energía generada durante el día para utilizarla más tarde, por ejemplo, para cargar el vehículo por la noche, cuando ya no hay luz solar.

¿Cuáles son los modos de carga solar para vehículos eléctricos?

Los sistemas de carga solar modernos permiten configurar distintos modos de funcionamiento, según las necesidades del usuario y la capacidad de producción solar.

Modo Excedentes

En este modo, el sistema de carga del vehículo eléctrico utiliza únicamente la energía solar excedente. Es decir, únicamente se activa cuando la instalación fotovoltaica genera más electricidad de la que está consumiendo la vivienda. Para que se inicie la carga del coche, el excedente debe superar los 6 amperios, lo que equivale aproximadamente a 1,6 kilovatios.

Este modo es útil para quienes quieren asegurarse de que su coche se cargue únicamente con energía solar y no consumir electricidad de la red. Sin embargo, tiene una limitación importante: si la producción solar no es suficiente, el coche no carga, lo que puede ser un problema en días nublados o durante las primeras y últimas horas del día.

Modo Híbrido

El modo híbrido funciona de forma similar al modo de excedentes, pero con una diferencia clave: se establece una potencia mínima de carga para el vehículo. Esto permite mantener la carga activa incluso si la producción solar baja momentáneamente.

Por ejemplo, si se configura una potencia mínima de 1,5 kW y la producción solar cae a 1 kW, el sistema tomará los 0,5 kW restantes de la red eléctrica para mantener la carga. Esto evita que se interrumpa constantemente el proceso de carga, algo que puede ser molesto y poco eficiente.

Este modo es útil en zonas con radiación solar variable o durante épocas del año en las que el sol no brilla con la misma intensidad todos los días.

Modo Boost o máximo rendimiento

En este modo, el sistema actúa como un cargador dinámico, utilizando toda la potencia disponible —tanto de la red como de los paneles solares— para cargar el coche lo más rápido posible. Si hay excedente de energía solar, se suma a la potencia contratada de la red, lo que puede permitir cargar el vehículo a una potencia superior a la habitual.

Este modo es especialmente útil si se necesita cargar el coche en poco tiempo, por ejemplo, antes de un viaje largo o cuando se dispone de pocas horas de sol. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, en este caso, el consumo eléctrico podría aumentar si se recurre a la red con frecuencia.

¿Cuánto puedes ahorrar con un sistema de carga solar para tu coche eléctrico?

El ahorro que se puede obtener con un sistema de carga solar depende de varios factores: la cantidad de energía solar que produce la instalación, el consumo del vehículo, el uso diario que se le da al coche y el precio de la electricidad en la zona.

De manera general, si se tiene una instalación fotovoltaica bien dimensionada y se aprovechan los modos de carga con excedentes o híbrido, es posible reducir significativamente el coste de cargar el coche. En algunos casos, se puede llegar a cargar el vehículo casi sin coste, especialmente durante los meses con buena radiación solar.

Por ejemplo, una carga completa de un coche eléctrico con una batería de 40 kWh puede costar alrededor de 8 a 10 euros si se hace con electricidad de la red en horario punta. Si esa carga se realiza con energía solar, el coste directo puede ser prácticamente nulo, siempre que haya suficiente producción fotovoltaica.

Además del ahorro económico, también hay que considerar el ahorro medioambiental. Usar energía solar para mover un coche eléctrico reduce las emisiones indirectas de gases contaminantes y contribuye a una movilidad más limpia.

Pero hay que tener en cuenta que, para aprovechar todo el potencial del ahorro, es imprescindible cuidar del mantenimiento del punto de recarga.

¿Es compatible cualquier cargador con la energía solar?

No todos los cargadores para vehículos eléctricos son compatibles de forma directa con sistemas de energía solar. Para que un cargador pueda funcionar correctamente con una instalación fotovoltaica, es necesario que tenga capacidad para gestionar el flujo de energía variable que generan los paneles solares.

En general, se recomienda utilizar cargadores que permitan la integración con sistemas fotovoltaicos y que sean compatibles con los modos de carga mencionados anteriormente (excedentes, híbrido, boost). Estos cargadores suelen incluir funciones de comunicación con el inversor solar y el contador de energía del hogar, lo que les permite adaptar la carga del coche según la disponibilidad de energía.

Algunos modelos de cargadores más avanzados incluso permiten programar horarios de carga, priorizar el uso de energía solar, o activar la carga solo cuando se detectan excedentes, lo que mejora la eficiencia y ayuda a aprovechar al máximo la producción solar.

Por tanto, si estás pensando en instalar un sistema de carga solar para tu coche eléctrico, es importante consultar con un instalador profesional que analice la compatibilidad entre el inversor, los paneles, el cargador y tu coche. Una instalación bien planificada garantiza que el sistema funcione de forma segura, eficiente y acorde a tus necesidades.