El precio de adquisición sigue siendo el principal motivo que desincentiva a muchos conductores y conductoras a plantearse la compra de un vehículo eléctrico; concretamente, el 66 %, según el Informe 2023 del Observatorio Cetelem, en el que se ha entrevistado a 1.959 conductores.
Por tanto, de este dato surge la pregunta que da título a este artículo: ¿Cuándo será asequible comprar un coche eléctrico?
Coches eléctricos asequibles: realidad o quimera
Para arrojar luz a esta cuestión, hemos de analizar qué factores influyen en el coste de adquisición.
El precio del litio es uno de los factores que más influyen en el coste del vehículo, puesto que la producción de las baterías de los coches eléctricos tiene un impacto muy significativo en su precio final. Y es que, a mayor demanda de vehículos eléctricos, mayor será la demanda del preciado litio, que derivará en una subida en el precio de este, lo que afecta directamente en el coste de producción de las baterías y, por tanto, en el precio final de los vehículos.
Las baterías suponen, pues, el principal motivo de sobrecoste de un vehículo eléctrico.
Cómo afecta la demanda a la asequibilidad de los coches eléctricos
Un descenso en la demanda de vehículos eléctricos en China (el mayor mercado mundial de este tipo de vehículos), debido a la retirada de las ayudas a su compra, ha provocado una drástica caída en los precios del litio, del cobalto y del níquel, algo que se ha reflejado en el precio final de los vehículos.
Se ha confirmado una disminución en los precios del litio desde principios de este año en más de un 65 %, pasándose de un precio de más de 85.000 dólares por tonelada métrica de sal de litio en noviembre, a 30.000 dólares.
Pero a pesar del elevado precio de adquisición con el que aún cuentan en general los vehículos eléctricos en comparación con los térmicos, si tenemos en cuenta todos los costes que conlleva un vehículo a largo plazo (coste en propiedad), más allá del coste de adquisición (valorando el coste de la energía, el de mantenimiento y las ayudas a su compra), resultan de lo más interesantes y ventajosos.
Si comparamos el uso durante 10 años de un vehículo eléctrico como el Tesla Model 3 Standard Range con uno equivalente de su segmento, el ahorro medio puede superar los 10.000 euros.
Pero al factor del precio de compra le siguen la falta de autonomía (un 57 % de las personas encuestadas) y la escasez de infraestructura de recarga (el 40 %). Según el Informe 2023 del Observatorio Cetelem citado anteriormente, el 15 % tiene intención de comprar un coche eléctrico durante los 12 próximos meses.
De todos los participantes en la encuesta, con relación a la autonomía, más de la mitad prefiere disponer de más de 300 kilómetros; un 25 % necesitaría entre 300 y 399 km, el 18 %, entre 400 y 499 km, mientras que el 21 % requeriría de más de 500 kilómetros.
A pesar de todo, la creencia en el futuro del coche eléctrico ha decrecido del 70 % del pasado año al 57 %. Curiosamente, la mitad de los encuestados no conocía de la existencia de ayudas públicas a la compra de vehículos eléctricos.
Respecto a la intención de compra de su próximo coche, de los encuestados y encuestadas se decantaron por los híbridos el 44 %, por los coches de gasolina y diésel el 22 % y el 17%, respectivamente, por los eléctricos únicamente el 15 %, por los movidos con gas el 2 %, y por otras tecnologías el 1 %.
En nuestro país, las ventas de este tipo de vehículos aumentaron en casi un 40 % en marzo respecto al año anterior, aunque sigue siendo un nicho muy pequeño en comparación con el global del mercado automovilístico, y más si lo comparamos con países como Noruega, donde la inmensa mayoría de los vehículos vendidos son eléctricos o híbridos enchufables.
Para cuándo un coche eléctrico asequible
Sin duda, aún debe reducirse más el coste de adquisición de los vehículos eléctricos si se quiere ver aumentar el deseo y la intención de compra de estos vehículos, a la par que crece la infraestructura de recarga para incrementar el nivel de confianza y seguridad de los conductores. Se espera que para el año 2.024 o 2.025 se alcance la paridad de precio con los vehículos térmicos, momento en el que la infraestructura ya habrá madurado mucho y el número de modelos disponibles será mayor que nunca.