Si te interesan las energías renovables seguro que has oído hablar del hidrógeno verde. O, simplemente, has escuchado este concepto en las últimas semanas, cuando el debate sobre la alternativa al gas y al petróleo se ha puesto sobre la mesa con toda la crudeza a la que obliga la guerra de Ucrania y la crisis de suministro de gas y petróleo que puede afectar a Europa en los próximos meses

Si tienes dudas sobre lo que es el hidrógeno verde has llegado al lugar adecuado. Sigue leyendo y te explicaremos qué es esta fuente de energía, cómo se obtiene y cómo se puede aplicar en la movilidad de grandes barcos, trenes o camiones.

¿Qué es el hidrógeno verde?

Por partes: el hidrógeno es el elemento más presente en el planeta. Por lo tanto, no se trata de un recurso finito como pueden ser los hidrocarburos. Además, la tecnología para extraer hidrógeno y transformarlo como combustible es sencilla. Pero… ¿Se puede extraer de manera limpia y eficiente para que funcione como combustible sin generar emisiones contaminantes? También es posible, por lo que en estos casos podremos añadir la etiqueta “verde”, y así diferenciarlo de los métodos de obtención más habituales pero más contaminantes, como veremos en el siguiente párrafo.

¿Cómo se produce el hidrógeno verde?

Actualmente la obtención de hidrógeno proviene, casi en su totalidad, de métodos que emplean energías fósiles como el petróleo, el gas o la biomasa. Hay tres técnicas principales para poder obtener este hidrógeno: la transformación molecular, la gasificación del carbón y la electrólisis del agua. Con las dos primeras técnicas no obtenemos un combustible verde, ya que se requieren grandes cantidades de combustible fósil que generan emisiones en el proceso, por lo que no podemos hablar de energía verde aunque el hidrógeno, empleado como combustible para la automoción, no contamine.

Sin embargo, si en el proceso de electrólisis del agua empleamos energías renovables como la solar o la eólica para conseguir la electricidad necesaria para ese proceso nos encontraríamos ante un combustible 100% verde.

¿Cómo funciona un vehículo propulsado por hidrógeno?

El concepto es sencillo: se trata de un motor eléctrico que toma la energía para moverse de una pila de combustible, y no de una batería recargable, como es el caso de los eléctricos. Y el combustible de esa pila es el hidrógeno, que se va recargando como si de gasolina se tratara, ofreciendo una autonomía similar a la de los combustibles fósiles. Este combustible verde está especialmente indicado para grandes transportes, como veremos más adelante.

¿Su uso generalizado será muy lejano?

La tecnología que permite obtener hidrógeno verde está ampliamente probada en condiciones reales, a la que tan solo le falta el empuje de una infraestructura productiva y de distribución que permita su empleo en transporte de mercancía tanto por carretera como, sobre todo, a través del ferrocarril y de grandes barcos.

La Unión Europea ha presentado en marzo de 2022 la estrategia REPowerEU, que tiene como objetivo “diversificar el suministro de gas, acelerar el empleo de gases renovables y sustituir el gas en la calefacción y la generación de electricidad”. La motivación principal es reducir la demanda de gas ruso en Europa en dos tercios antes de finales del año 2022. La apuesta es clara, por lo que es posible, ahora sí, el impulso definitivo al hidrógeno como combustible de futuro para el transporte de mercancías.

Dato a tener en cuenta: La eficiencia en la conversión. Sí usamos baterías obtenemos un 90% de eficiencia mientras que con la pila de combustible de hidrógeno solo obtendríamos un 60%. Es decir, de 1kWh que metamos en la batería alcanzamos 0,9kWh, sin embargo con el hidrógeno solo conseguimos 0,6kWh. Por lo tanto, se pierde por el camino un 30% más en el sistema de hidrógeno que en las baterías actuales de los vehículos eléctricos.

¿Hay ya “hidrogeneras” disponibles en España?

Actualmente hay muy pocas estaciones de expedición de hidrógeno, también llamadas hidrogeneras, en el territorio nacional: menos de una decena en algunos puntos de la geografía, y ninguna de ellas tiene acceso público. No obstante, la Hoja de Ruta del Hidrógeno, impulsada por el Gobierno de España, indica como objetivo para el año 2030 la existencia de un mínimo de un centenar de hidrogeneras, así como un número de vehículos para transporte de mercancías superior a las 5,000 unidades. Unas cifras que, atendiendo al reto planteado en este 2022, pueden verse sustancialmente aumentadas.

Para mi coche, mejor un motor eléctrico

Aunque ha habido grandes marcas automovilísticas que han hecho diferentes pruebas para estudiar la viabilidad del uso del hidrógeno especialmente TOYOTA, para el transporte de personas, es decir, nuestros vehículos del día a día, se ha llegado a la conclusión de que no es factible su uso a pequeña escala. El motivo es que la autonomía de las baterías para coches ha crecido de forma significativa en los últimos años, y como hemos visto antes, es un 30% más eficiente, haciendo inviable económicamente la enorme inversión necesaria para desplegar esta tecnología para orientarla al transporte privado.

Además, la generalización de la movilidad eléctrica ya es un hecho. Existe una creciente red de supercargadores y las estaciones de recarga en la ciudad son cada vez más numerosas. A este hecho le acompaña otro todavía más contundente: el aumento de las ventas de los vehículos eléctricos o híbridos enchufables.