Conseguir un balance energético sostenible significa que se pueda seguir disfrutando en el futuro de un planeta sano sin restar calidad de vida. Por ello, el vehículo eléctrico es un eslabón de vital importancia en la cadena de la sostenibilidad.
Es sabido que las energías renovables son sinónimo de energías limpias e inagotables. También sabemos que se pueden reducir las emisiones de efecto invernadero producidos por la combustión de combustibles fósiles transitando hacia el uso de estas energías limpias.
Vivimos en movimiento, pero ya no queremos hacerlo a cualquier precio. No queremos ser los culpables del cambio climático y tampoco pagar facturas abusivas por la energía que necesitamos.
En este artículo te explicamos por qué el vehículo eléctrico combina sostenibilidad con ahorro.
Coches eléctricos y energías renovables, la combinación hacia la sostenibilidad
Una de las metas de la Agenda 2030 es aumentar el uso de energías renovables en detrimento de los combustibles fósiles. Por otro lado, las estrategias de movilidad a nivel mundial pretenden impulsar la implantación del vehículo eléctrico.
Estamos hablando de movilidad sostenible.
Y esto, ¿qué significa? La explicación es tan sencilla como lógica.
El vehículo eléctrico contribuye a la descarbonización, es decir, a la reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, o dicho de otro modo: cuantos más coches eléctricos, menos contaminación y, por tanto, mayor freno para el cambio climático.
Pero se puede dar un paso más.
La conexión bidireccional V2G (Vehicle to the Grid) entre el vehículo y la red eléctrica es un sistema revolucionario de almacenamiento de energía.
Si se dispone de una instalación fotovoltaica en la vivienda, el excedente de energía se puede almacenar en las baterías del coche o, gracias a la discriminación horaria, cargarlas en las horas de tarifa más baja, para luego suministrar, desde la batería del vehículo, la demanda de consumo del hogar en las horas más caras.
Aunque este sistema todavía está en desarrollo, todo apunta a que en breve formará parte de las estrategias hacia la sostenibilidad.
Beneficios de los vehículos eléctricos para el ahorro energético y la sostenibilidad
La salud del Medio Ambiente depende de la contaminación de la atmósfera. Los objetivos de reducción de los gases tales como el dióxido de carbono, pasan por la transformación del parque de vehículos de combustión hacia el eléctrico.
El transporte de combustión es responsable del 25% de las emisiones de CO2 en España. Sin embargo, el transporte eléctrico no emite gases de ningún tipo, convirtiéndose así en un factor determinante para la sostenibilidad del planeta.
Además, hay que destacar el ahorro energético. Según el IDAE, la eficiencia energética del tanque a la rueda del vehículo eléctrico es en torno a cuatro veces más elevada que la registrada por el vehículo con motor térmico (en base al promedio de eficiencia del 20% entre motores de gasóleo y gasolina).
Esto significa que el ahorro energético de un vehículo eléctrico respecto a uno de combustión está alrededor del 80%.
Por ello, el vehículo eléctrico cumple el principio de sostenibilidad: asegurar las necesidades del presente sin comprometer el bienestar de generaciones futuras.
Ahorrar en la factura de la luz con el coche eléctrico
Ya hemos hablado del ahorro energético del vehículo eléctrico, ahora vamos a poner números a las tarifas de energía.
Como sabemos, las compañías eléctricas a nivel doméstico nos ofrecen la posibilidad de tener una tarifa con discriminación horaria, lo que significa que podemos cargar las baterías del vehículo eléctrico al precio más barato.
Si además, como hemos comentado anteriormente, tuviéramos una conexión bidireccional V2G, nos podríamos beneficiar de estas tarifas mínimas para el suministro de nuestra vivienda.
Hay empresas eléctricas que ofrecen tarifas especiales para el coche eléctrico. Consisten en tarifas muy bajas en el tramo Valle (0,03€ kwh aprox) y en su tramo Punta el precio se dispara.
Esta discriminación horaria es conveniente para vehículos que se usan durante muchas horas, como taxis o coches de reparto. En este caso se instalaría un contador exclusivamente para el vehículo.
Podemos concluir que la movilidad eléctrica es un factor fundamental para la transición eléctrica por la ausencia de emisiones a la atmósfera y por el ahorro energético.
Sin embargo, para completar el círculo, se debe seguir trabajando para que el suministro de energía provenga mayoritariamente de energías renovables.
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