El número de personas que optan por un coche eléctrico ha ido creciendo en los últimos años. Con ello, también crece el interés por instalar un punto de recarga en casa por la comodidad que supone no tener que buscar un parque eléctrico público, cuya ubicación y funcionamiento muchas veces dejan que desear.

Aunque puede parecer una tarea sencilla, hay varios aspectos importantes que conviene tener en cuenta para evitar errores que puedan salir caros o causar problemas a largo plazo.

¿Qué tener en cuenta al instalar un cargador de VE?

Antes de comenzar con la instalación, es necesario analizar algunos puntos clave. Estos elementos son esenciales para garantizar un funcionamiento seguro y eficiente del punto de recarga.

Lo primero en lo que hay que fijarse es en el tipo de vivienda, ya que es lo que más va a influir en el tipo de instalación. No es lo mismo instalar un cargador en una casa unifamiliar que en un garaje comunitario.

En una vivienda unifamiliar, el proceso suele ser más sencillo. En cambio, en un edificio con garaje compartido, hay que tener en cuenta las características de la instalación eléctrica del edificio, además de adecuarse a la normativa vigente en materia de instalación de elementos de carga en espacios de uso común.

La potencia es otro punto crítico. Los puntos de recarga para vehículos eléctricos pueden requerir una potencia considerable. Por eso, antes de instalar el cargador, es importante comprobar cuál es la potencia contratada en casa. En algunos casos puede ser necesario aumentarla para evitar que salten los plomos al enchufar el coche.

Saber elegir el tipo de cargador es fundamental. Existen diferentes tipos de cargadores, con distintas velocidades de carga. Los más habituales en entornos domésticos son los cargadores que se instalan en la pared, ya que permiten una carga más rápida y segura que un enchufe convencional. Elegir el tipo correcto dependerá del uso que se haga del vehículo, del presupuesto disponible y de las características técnicas de la vivienda.

Por otro lado, la ubicación del punto de carga debe permitir el acceso cómodo del vehículo al enchufe. También es importante que el cargador esté protegido de la lluvia y el sol para mantenerlo en un estado óptimo.

Y recuerda que la instalación de un punto de carga debe ser realizada siempre por un instalador autorizado, garantizando el cumplimiento de la normativa vigente y reduciendo el riesgo de problemas eléctricos por una instalación deficiente.

Errores en la instalación de un punto de carga en casa

A continuación, se detallan algunos de los errores más comunes que se cometen al instalar un cargador para coche eléctrico en casa. Evitarlos puede suponer un ahorro económico y mayor seguridad en el uso del sistema.

Usar un enchufe doméstico común

Uno de los errores más frecuentes es utilizar un enchufe doméstico convencional para cargar el coche. Aunque algunos vehículos permiten esta opción, no es lo más recomendable. Un enchufe estándar no está diseñado para soportar cargas prolongadas y de alta potencia. Esto puede provocar sobrecalentamiento, deterioro del cableado o incluso incendios.

No tener en cuenta el estado de la instalación eléctrica existente

Muchas personas no revisan el estado de la instalación eléctrica antes de instalar un punto de carga. Si la instalación es antigua o no está preparada para soportar el consumo del coche, pueden producirse cortes, bajadas de tensión o fallos eléctricos. Además, una instalación deficiente puede suponer un riesgo para la seguridad.

No calcular bien la potencia necesaria

Otro error habitual es no ajustar la potencia contratada al nuevo uso. Si no se incrementa la potencia cuando es necesario, el sistema eléctrico del hogar puede no ser capaz de soportar la carga del vehículo junto con el uso habitual de electrodomésticos. Esto puede provocar cortes de luz frecuentes.

Aparte de la potencia, también hay que tener en cuenta el coste eléctrico que supone utilizar un cargador para coche eléctrico en casa. Quizá te interese saber cómo elegir la mejor tarifa de luz para recargar tu coche eléctrico.

Elegir un cargador inadecuado

Instalar un cargador que no se ajusta a las necesidades reales del usuario puede ser un gasto innecesario o un problema de compatibilidad. Por ejemplo, optar por un cargador muy potente sin tener suficiente potencia contratada o un cargador con funciones avanzadas que no se van a utilizar.

Mala ubicación del cargador

Colocar el punto de recarga en un lugar poco accesible o expuesto a la intemperie sin la protección adecuada puede dificultar su uso o acortar su vida útil. También es importante que el cable de carga llegue bien al vehículo sin necesidad de usar alargadores, lo cual puede ser peligroso.

No contar con un instalador cualificado

Algunas personas optan por instalar el cargador por su cuenta o contratar a alguien sin los conocimientos necesarios. Esto puede provocar errores en la instalación, problemas con la legalización del sistema e incluso poner en riesgo la seguridad de la vivienda y de los ocupantes.

¿Cómo evitar errores al instalar un punto de recarga en casa?

Antes de instalar el punto de carga, conviene hacer un estudio técnico. Este análisis permite saber si la instalación eléctrica está en condiciones adecuadas y qué tipo de cargador es el más apropiado. También ayuda a prever si será necesario contratar más potencia.

Es recomendable contactar con la compañía eléctrica para valorar si hay que modificar el contrato. En muchos casos, ofrecen tarifas específicas para vehículos eléctricos, con precios más bajos durante la noche, lo que puede ayudar a ahorrar en la factura.

Seleccionar un cargador que se adapte al vehículo y al uso previsto es esencial. No siempre es necesario optar por el modelo más caro o con más funciones. A veces, un cargador sencillo pero fiable es suficiente. También hay modelos que permiten programar las horas de carga o monitorizar el consumo, lo cual puede ser útil.

Contar con un instalador autorizado es fundamental. Estos profesionales conocen la normativa vigente, garantizan una instalación segura y pueden encargarse de los trámites necesarios para legalizar el punto de carga.

Por último, aunque los cargadores domésticos requieren poco mantenimiento, es importante revisar su estado de forma regular. Comprobar que no hay daños visibles, limpiar los conectores y asegurarse de que todo funciona correctamente ayuda a prevenir problemas.