Cuando se habla de los coches eléctricos, la mayoría de las personas lo suelen asociar a un invento reciente, hecho a partir de mediados del siglo XX. Pero la realidad queda muy lejos. Hoy, en el blog de Cargacar, os contamos quien inventó el coche eléctrico a través de su origen e historia.
El coche eléctrico, un invento del siglo XIX
¿Sabías que el primer automóvil de la historia fue eléctrico? Fue el escocés Robert Anderson quien, entre los años 1832 y 1839, desarrolló el primer coche eléctrico, mientras que el primer vehículo con motor de combustión interna con gasolina data del 1860.
El vehículo diseñado por Anderson contaba con una pila no recargable, lo que limitaba mucho su autonomía. Por eso, no fue hasta el año 1859, cuando el francés Gaston Planté inventó la batería de plomo y ácido, cuando se mejoraron las características del coche eléctrico. Además, en el 1881 Camille Alphonse Faure cogió ese modelo y lo mejoró para que fuera más eficiente aumentado la capacidad de carga de la batería de Planté.
Con la reinvención que hizo Faure, la fabricación de la batería recargable a nivel industrial se hizo mucho más sencilla, lo que tuvo un gran éxito entre los coches eléctricos de la época, ya que mejoraba su conducción.
Así que, con el paso del tiempo y los nuevos avances en este campo, los vehículos eléctricos fueron mejorando y adquiriendo fama a nivel mundial. Como, por ejemplo, en la Exposición Mundial de París del año 1867, donde se expuso un ciclo de dos ruedas con motor eléctrico, obra del austriaco Franz Kravogl. Y, también, en esa misma ciudad catorce años después, en la Exposición Internacional de la Electricidad en el 1881, cuando se mostró un automóvil de tres ruedas, cuyo inventor era el francés Gustave Trouvé.
Además, a finales de este siglo tuvo lugar un hito en la historia del automóvil: en el año 1899 Camille Jenatzy rompió la barrera de los 100 km/h de velocidad por primera vez en el mundo, llegando hasta los 105’88 km/h.
El coche eléctrico durante el siglo XX
Sin duda, el hecho de que apareciera la batería recargable tuvo una gran repercusión en el universo de los coches eléctricos, convirtiéndolos en todo un éxito durante principios del siglo XX. Traspasaron las fronteras europeas y se empezaron a fabricar en los Estados Unidos, diseñados especialmente para la ciudad, ya que su velocidad alcanzaba los 32 km/h debido a las limitaciones tecnológicas de la época.
No obstante, Francia y el Reino Unido fueron los países por excelencia donde más triunfo el automóvil eléctrico. Como hemos visto, fueron inventores franceses quienes mejoraron la eficiencia de la batería recargable. Y fue en Manchester donde el ingeniero Thomas Parker diseñó el automóvil eléctrico más práctico que se había creado hasta esa fecha, en el año 1884. Esto tuvo una gran repercusión en la sociedad británica, lo que explica que entre las décadas de 1890 y principios de 1900 los taxis alimentados por baterías aparecieran en Londres.
Durante los primeros años del siglo XX, los vehículos eléctricos estaban vistos como el automóvil ideal para circular por las ciudades, ya que no emitían gases nocivos y tenían la autonomía suficiente para desplazarse durante el día y cargarlos por la noche. En la década de 1910 llegaron a su punto máximo de ventas. Pero la irrupción del coche de combustión, que disponía de una mayor autonomía, unido a la época de guerras donde se necesitaban coches que hicieran largos trayectos y tuvieran una mayor velocidad, hizo que el coche eléctrico quedara relegado a un segundo lado. Esto supuso una irrupción masiva de los vehículos de combustión durante la mayor parte del siglo XX.
El coche eléctrico en la actualidad y el futuro
Si es bien que durante el pasado siglo el coche eléctrico perdió el puesto en el mercado por su menor autonomía frente a los vehículos de combustión, este hecho está ya cambiando a día de hoy, ya que cada vez dotan de mayor autonomía.
Además, el hecho de que sean más respetuosos con el medio ambiente equilibra la balanza a su favor en una sociedad cada vez más concienciada con el respeto hacia el planeta. A este factor, hay que sumarle el hecho de que también suponen un ahorro para el bolsillo del conductor, como ya hemos explicado anteriormente.
Por eso, actualmente cada vez es más común ver coches eléctricos circulando por nuestras carreteras: son el futuro del automóvil. ¿Por qué comprar un coche eléctrico?
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