La tecnología relacionada con la movilidad eléctrica avanza a pasos agigantados. Esto se ha traducido en baterías con mayor autonomía y tiempos de recarga más rápidos. Además, se estima que en menos de 5 años los precios de los vehículos eléctricos se equipararán a los de sus homólogos de combustible y por tanto dejen de ser necesarias las ayudas directas a su compra. Sin embargo, hasta que llegue ese momento, hay un factor que influye de forma determinante en la rentabilidad del vehículo eléctrico, el precio de la recarga. Aparentemente se acabó la época de la electricidad barata y muchos conductores han empezado a notarlo a la hora de cargar sus vehículos.
¿Es rentable el coche eléctrico?
La respuesta a esta pregunta depende de múltiples factores. Lo que es indudable es que la recarga más económica es la carga lenta que se realiza en el domicilio. Los puntos de recarga públicos ofrecen cargas mucho más rápidas, pero debido entre otras cosas a la tecnología que necesitan y el margen económico que los propietarios de esos puntos deben obterner, el coste del KWh es muy superior al que tenemos en nuestras viviendas llegando en algunos casos a 0,75€ el KWh.
¿Cuánto cuesta cargar un coche eléctrico?
Para hacer los cálculos tomaremos como punto de partida un vehículo eléctrico con un consumo de 15 KWh cada 100 Km y una batería de 45 KWh de capacidad. Imaginemos que tenemos contratada una tarifa en el mercado regulado. Cargaremos el vehículo en hora valle, porque es la más barata según los datos de la Red Eléctrica del 15 de febrero de 2022, con un precio KWH de aproximadamente 0,25673 €. Si la batería está descargada al 80% y sólo le restan 9 KWh y hacemos una recarga de 30 KWh su coste sería 7,7019 €, a los que habría que sumar el IVA, el Impuesto de Electricidad. El coste final de recorrer 100 Km sería aproximadamente 4,90 €.
¿Cuanta potencia necesito para cargar un coche eléctrico?
Por regla general, la recarga de un vehículo eléctrico se realiza durante la noche pues es cuando el vehículo se encuentra estacionado en casa. Además, hay dos factores que favorecen que efectivamente se realice la recarga durante las horas nocturnas; un precio más económico de la electricidad y un menor uso de la potencia que tengamos contratada. La potencia habitual en una vivienda es en muchos domicilios de 3,45 KW. Otros muchos disponen de potencias superiores como 4.4Kw, 5,4Kw…. Nuestro consejo por regla general es no aumentar potencias en ninguno de los casos. Aunque el contrato de menor potencia podría no ser suficiente si se realizan más de 150km diarios, es preferible probar unos meses de esta forma y si al final se observa que se necesita ampliar, pues se solicita, ya que para ello siempre estamos a tiempo. Aquí el Control Dinámico de Carga juega un papel esencial; el cargador debe incorporar siempre este sistema.
Ahorro respecto a un vehículo de combustión
Para analizar si el coste cada 100 Km del vehículo eléctrico es elevado o no, lo comparemos con un vehículo de combustión diésel con un consumo de 5 litros cada 100 Km. Con un precio medio por litro de 1,475 €, ese vehículo gastaría 7,375 € en recorrer 100 Km, un ahorro superior al 30%. Haciendo unos 10.000 Km al año, cargar el coche eléctrico habrá costado 490 € y el de combustión 737,50 €. Si tuviésemos que hacer muchas recargas fuera de nuestro domicilio el coste cada 100 Km del vehículo eléctrico se dispararía.
Por tanto, el coche eléctrico sigue siendo muy rentable, siempre que hagamos la mayoría de recargas en nuestro domicilio.