La movilidad eléctrica avanza con rapidez y la red de puntos de carga crece día a día. Sin embargo, no siempre es fácil entender qué opciones existen ni cómo funcionan. Este texto te ayudará a conocer los tipos de cargador para coche eléctrico que hay en el mercado, sus características y cómo elegir el más adecuado según tus necesidades.
¿Qué tipos de cargadores para coches eléctricos existen?
Existen varias formas de clasificar los cargadores de vehículo eléctrico. Una primera división distingue entre:
- Cargadores domésticos: se instalan en el garaje o en el aparcamiento de tu casa. Suelen ser de carga lenta o semi rápida y permiten recuperar buena parte de la autonomía durante la noche o mientras estás en casa.
- Cargadores públicos: se encuentran en la calle, en centros comerciales, aparcamientos públicos o estaciones de servicio. Su potencia puede variar desde la carga semi rápida hasta la carga ultrarrápida.
- Cargadores móviles: son equipos portátiles que suelen incluirse con el vehículo. Conectan el coche a cualquier enchufe doméstico estándar, pero tienen una potencia muy limitada.
En general, al hablar de tipos de cargadores para coches eléctricos nos referimos tanto al lugar de instalación como a la tecnología que emplean. Conocerlas te ayudará a planificar tus recorridos y optimizar tiempos de carga.
Tipos de cargadores de coches eléctricos según el conector
Cada fabricante y cada modelo de vehículo puede requerir un tipo de conector distinto. A continuación, los más comunes:
- Tipo 1 (SAE J1772). Es un conector monopolar que se usaba principalmente en coches importados de Japón y EE. UU. Admite cargas de hasta 7,4 kW en corriente alterna (CA). Hoy en día está perdiendo popularidad en Europa.
- Tipo 2 (Mennekes). Es el estándar europeo para carga en corriente alterna. Soporta cargas de hasta 22 kW en monofásica o trifásica y hasta 43 kW en algunos puntos públicos. La mayoría de los fabricantes de coches eléctricos europeos utilizan este conector.
- CCS (Combined Charging System). Combina el conector Tipo 2 con dos pines adicionales para corriente continua (CC). Permite carga rápida de hasta 350 kW en estaciones ultrarrápidas. Es el sistema más extendido en Europa y Norteamérica para cargas rápidas.
- CHAdeMO. Estándar creado en Japón para carga en CC. Admite potencias de hasta 62,5 kW (o más en versiones recientes). Suele encontrarse en marcas como Nissan o Mitsubishi, aunque su implantación se reduce frente al CCS.
- Conector Tesla (Europeo). Los Superchargers de Tesla usan un conector propietario basado en el Tipo 2, capaz de ofrecer cargas de hasta 250 kW. Sin embargo, Tesla proporciona adaptadores que permiten usar cargadores Tipo 2 y CCS en sus vehículos.
Cuando compares entre varios tipos de cargadores de coche eléctrico, presta atención al conector y a la compatibilidad con tu vehículo. Un adaptador puede dar más flexibilidad, pero suele ser más lento e incómodo para el manejo diario.
Si necesitas que te echemos un cable con la elección ideal del enchufe de carga que necesitas, no dudes en visitar nuestro post en el que te explicamos cómo saber cuál elegir en función de tu coche.
Tipos de cargadores de coches eléctricos según la velocidad de carga

Otro criterio clave es la potencia de carga, que determina la velocidad a la que recuperarás autonomía:
- Carga lenta
- Potencia: hasta 3,7 kW.
- Corriente: monofásica.
- Uso: cargadores domésticos con enchufe Schuko o Wallbox básico.
- Ventajas: coste reducido, instalación sencilla.
- Inconvenientes: recarga muy lenta; 100 km de autonomía en 8–10 h.
- Carga semi rápida
- Potencia: entre 7,4 kW y 22 kW.
- Corriente: monofásica (7,4 kW) o trifásica (11–22 kW).
- Uso: Wallbox doméstico avanzado, puntos públicos en parkings y centros comerciales.
- Ventajas: 100 km de autonomía en 3–4 h. Ideal para cargas de medio día.
- Inconvenientes: requiere instalación trifásica si se busca la máxima potencia.
- Carga rápida
- Potencia: entre 24 kW y 50 kW.
- Corriente: continua (CC).
- Uso: estaciones de servicio, gasolineras eléctricas, áreas de descanso en autopistas.
- Ventajas: 100 km de autonomía en 20–30 min.
- Inconvenientes: mayor coste de infraestructura y de la energía.
- Carga ultrarrápida
- Potencia: a partir de 100 kW y hasta 350 kW.
- Corriente: continua (CC).
- Uso: corredores eléctricos en autopistas y rutas de largo recorrido.
- Ventajas: permite recargar 200 km de autonomía en 10–15 min.
- Inconvenientes: no todos los coches admiten tanta potencia y hay menos estaciones disponibles.
¿Cómo elegir el tipo de cargador que necesito?
La decisión depende de varios factores, principalmente de cuánto se use el vehículo y de qué presupuesto se disponga.
Si realizas pocos kilómetros al día (menos de 50 km), un cargador lento o semi rápido en casa puede ser suficiente. Si necesitas recargas rápidas durante el día, apuesta por puntos semi rápidos o rápidos en tu ruta habitual, pero tendrás que tenerlos localizados.
Ojo también al presupuesto. Un enchufe doméstico Schuko cuesta muy poco, pero es muy lento. Un Wallbox semi rápido (7,4–11 kW) requiere instalación trifásica y puede rondar los 800–1.200 € con instalación. Y los cargadores rápidos y ultrarrápidos en la vía pública no requieren inversión personal, pero implican asumir un coste por recarga más elevado. La clave está en encontrar el equilibrio ideal según tus necesidades.
Y todo eso sin descuidar la compatibilidad. Comprueba qué conectores admite tu coche: Tipo 2, CCS, CHAdeMO o Tesla. Y revisa la potencia máxima de carga en CC y CA que puede soportar tu modelo. No tiene sentido instalar un cargador de 22 kW si tu vehículo solo admite 7,4 kW, por ejemplo.
Siguiendo estos criterios, podrás seleccionar entre todos los tipos de cargadores de coche eléctrico disponibles y contar con el que mejor se adapte a tu rutina y a tu bolsillo. Recuerda que una buena planificación reduce el “miedo a quedarte sin carga” y hace tu día a día más cómodo.