En el mes de noviembre de 2019 el Parlamento Europeo declaraba la Emergencia Climática.
Como respuesta, la Comisión Europea presentó el Pacto Verde Europeo cuyo objetivo es que Europa sea neutral para el clima en 2050.
El 24 de junio de 2021 la Ley del Clima de la Unión Europea se marcó como objetivo reducir las emisiones de CO2 un 55% para 2030 y alcanzar la neutralidad climática para 2050.
Entre los objetivos del Pacto Verde, con respecto a la movilidad se describen dos metas:
- Garantizar que los nuevos coches y furgonetas de la Unión Europea produzcan cero emisiones de CO2 en 2035.
- Aumentar las estaciones de carga y repostaje para automóviles y camiones que usen combustibles alternativos.
En este sentido, en julio de 2023, el Parlamento Europeo adoptó nuevas normas para desplegar estaciones de recarga eléctrica para coches cada 60 kilómetros a lo largo de las carreteras principales para 2026.
En resumen, si nos preguntamos cuándo se dejarán de fabricar coches de gasolina, la respuesta es en 2035.
Sin embargo, si lo que queremos saber es cuándo se acaban los coches de gasolina, deberemos esperar a 2050 pues, aunque este tipo de combustibles tendrán restricciones, se podrán conducir hasta mitad de siglo.
El futuro de los coches de gasolina ya no depende de las reservas de combustible fósil
Si en décadas anteriores nos cuestionábamos hasta cuando los coches de gasolina dispondrían de suficiente petróleo y lo que nos preocupaba era que se agotara o que generase conflictos internacionales, el cambio climático ha puesto en evidencia que la dependencia de este recurso no era el mayor de nuestros problemas.
La repercusión que ha tenido su uso para el planeta, sí.
Según la página oficial del Parlamento Europeo (https://www.europarl.europa.eu), “los coches y las furgonetas producen el 15% de las emisiones de CO2 de la UE”.
Además, en la misma web aseguran que, “el transporte era responsable de cerca de una cuarta parte de las emisiones de CO2 en la UE en 2019, de las cuales el 71,7% provino del transporte por carretera, según el informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente”.
El futuro de los coches de gasolina, por tanto, es la desaparición.
Sin embargo, desde Bruselas se ha dado el tiempo necesario tanto para que los fabricantes de vehículos puedan adaptar sus modelos o crear nuevos, como para instalar toda una red de cargadores que abastezca al nuevo parque automovilístico. Por otro lado, y con el objetivo de conseguir que el coche eléctrico sea 100% respetuoso con el Medio Ambiente, se están instalando plantas de reciclaje y reutilización de baterías.
Cambio climático y futuro de los coches de gasolina
Desde la década de los 90 del siglo anterior, las emisiones de los transportes, lejos de retroceder, se incrementaron un 33,5% hasta 2019.
Dentro del grupo de los medios de transporte, el desplazamiento por carretera emite la quinta parte del total de la Unión Europea, siendo los coches los más contaminantes emitiendo a la atmósfera más del 60% del total de CO2 de nuestro continente.
Con estos datos y con el objetivo de cero emisiones para 2050, es necesaria la transición hacia la movilidad eléctrica y la conversión de todas las fuentes de energía fósiles en renovables.
Por ello, la preocupación de la Comisión Europea es evitar o reducir la pobreza energética.
Con el fin de solventar esta posible consecuencia se ha creado el Fondo Social del Clima.
La página del Parlamento Europeo detalla los objetivos de este fondo:
El Fondo Social para el Clima debe financiar medidas concretas para hacer frente a la pobreza energética y de movilidad, tanto a corto como a largo plazo. Estas incluyen:
- ✓Reducción de los impuestos y tasas sobre la energía o concesión de otras formas de ayuda directa para hacer frente al aumento de los precios del transporte por carretera y del combustible para la calefacción.
- ✓Incentivos para la renovación de edificios y para el cambio a fuentes de energía renovable en los mismos.
- ✓Incentivos para cambiar el transporte privado por el público, compartir coche y transportarse en bicicleta.
- ✓Apoyo al desarrollo de un mercado de segunda mano de vehículos eléctricos.
Además, se ha presentado un plan para impulsar la economía circular que pretende fomentar el consumo sostenible y garantizar la reducción de los residuos.
Entre los sectores en los que se va actuar se encuentran las baterías y los vehículos.Esta tendencia evidencia cuál es el futuro de los coches de gasolina: su desaparición.
La revolución industrial del siglo XXI: El motor eléctrico y el futuro de los coches de gasolina
La industria en general ya está adaptándose a la legislación vigente que regula las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera con el fin de frenar el cambio climático.
El futuro de los coches de gasolina está directamente relacionado con el clima y la energía, estando totalmente condenado a su desaparición.
En este sentido, el “Objetivo 55 en 2050” recoge una serie de leyes sobre el clima y la energía que pone de manifiesto el cambio de la industria tal y como la conocemos:
- Sistema de Comercio de derechos de emisión de la Unión Europea.
Este apartado tiene como objetivo “recortar las emisiones de los sectores previstos en el Régimen de comercio de derechos de emisión de la UE a un 62% respecto a los niveles de 2005”.
- Reducción de las emisiones del transporte en Europa
Aviones: Se acuerda cambiar de forma progresiva el combustible fósil por aceite de cocina usado, combustible sintético o hidrógeno.
Barcos: El cambio para los buques va a ser más gradual hasta alcanzar un recorte de las emisiones de CO2 del 90% para 2050.
Coches y furgonetas: son los responsables del 15% de las emisiones en Europa. El objetivo para este sector es de cero emisiones para 2035.
¿Qué pasará con los coches de gasolina?
Esta norma no será aplicable a los vehículos existentes.
- Reducir las emisiones del sector energético
Según el portal www.europarl.europa.eu, en la actualidad, la calefacción y refrigeración de edificios representa el 40% de toda la energía consumida en la UE. Por ello las medidas tienen como objetivo consumir menos energía.
Así, la propuesta para los edificios pasa por:
– Mejorar los sistemas de aislamiento o mejoras en los sistemas de calefacción.
– Producir su propia energía solar.
– Ayudas para hogares vulnerables para evitar la pobreza energética.
Además, este objetivo incluye el aumento de las energías renovables, tales como paneles solares y molinos de viento.
- Tasa de carbono sobre productos importados
Tal y como explica el Parlamento Europeo a través de su página web:
“Como parte del paquete Objetivo 55, la Comisión Europea va a crear un Mecanismo de Ajuste en las Fronteras del Carbono (CBAM), que aplicará una tasa de carbono a las importaciones de determinados bienes procedentes de fuera de la UE”.
- Abordar las emisiones de carbono de otros sectores
El objetivo es reducir las emisiones un 30% respecto al 2005 para el año 2030.
- Uso de los bosques para absorber emisiones
Con esta medida se pretende que las empresas garanticen que los productos vendidos en el mercado europeo no han contribuido a la deforestación o degradación forestal en ninguna parte del mundo.
- Reducir los gases de efecto invernadero más allá del CO2
Además del CO2, gases como el metano, gases fluorados y las sustancias que agotan la capa de ozono, son responsables del efecto invernadero y por ello es necesario su regulación.
Si nos seguimos preguntando cuándo se dejarán de vender coches por combustión, la respuesta no debería ser la fecha impuesta por ley.
Desde Cargacar, red de instaladores de cargadores para vehículos eléctricos, sabemos que el momento es ahora. El planeta ya no puede seguir esperando. Si queremos paliar las consecuencias del cambio climático: futuro y coches gasolina no pueden ir unidos.
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