Uno de los grandes retos a los que se enfrentan las sociedades es mejorar la movilidad urbana sostenible

El tiempo de los combustibles fósiles ha llegado a su fin, y no tanto por su escasez o su cada vez mayor precio, sino por las emisiones de gases contaminantes

Es prioritario reducir las emisiones para poder garantizar un aire limpio, un objetivo asumido por todas las naciones del planeta a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) descritos e impulsados por las Naciones Unidas.

Concretamente, el Objetivo 11 tiene la denominación de «Ciudades y comunidades sostenibles». 

No en vano, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, una cifra que en 2050 llegará a los 6.500 millones de personas. 

Por ello, es urgente unir el desarrollo urbano y la movilidad sostenible para evitar las emisiones a la atmósfera y por tanto, promover un entorno más saludable. 

También tiene relación directa con esta cuestión el Objetivo 13, «Acción por el clima», dadas las dramáticas consecuencias del cambio climático, que ya estamos padeciendo independientemente de nuestro lugar de residencia.

Qué es la movilidad urbana sostenible

Este término define una forma de desplazamiento respetuosa con el Medio Ambiente. En otras palabras, consiste en paliar o erradicar los efectos nocivos de los medios de transporte.

Así pues, se ha consensuado un plan de movilidad urbana sostenible promovido por las administraciones públicas cuyo objetivo es facilitar los desplazamientos sin dañar a la atmósfera. 

En España, estas acciones de movilidad urbana sostenible están reguladas por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Las medidas tomadas se dividen en nueve apartados:

  1. Planes de Movilidad Urbana Sostenible y Planes de Transporte al Trabajo

Estas medidas van desde el facilitar el teletrabajo, ofrecer un cheque de transporte público o realizar campañas de información y concienciación de los trabajadores.

  1. Delimitación de Zonas de Bajas Emisiones:

Son áreas en las que se restringe el acceso a los vehículos que no cumplan con determinadas exigencias, con el objetivo de mejorar la calidad del aire en las ciudades.

  1. Distribución Urbana de Mercancías y logística inteligente:

Por un lado, la tecnología está permitiendo grandes avances en la optimización de las rutas de distribución y en el desarrollo de planificadores de rutas dinámicas.

Por otro lado, el almacenamiento masivo de datos, por ejemplo, sobre los hábitos de los consumidores, ha permitido elaborar modelos predictivos de distribución e incrementar la fiabilidad de las entregas.

  1. Tendencias de pago en el transporte público:

Permite a los conductores minimizar el manejo de efectivo, reduce el tiempo de acceso de los viajeros, lo que redunda en una mejora la velocidad comercial del servicio.

  1. Plataformas multimodales de servicios de transporte público:

El desarrollo de nuevas formas de movilidad promovidas por el sector privado, como las soluciones carsharing, moto-sharing, etc.

  1. Transporte urbano con vehículos de cero emisiones:

Muchas administraciones están aprovechando la renovación de sus flotas oficiales para adquirir vehículos eléctricos o de bajas emisiones.

  1. Red de carga de vehículos eléctricos:

El despliegue masivo del vehículo eléctrico en las ciudades está vinculado y muy condicionado por el desarrollo de la infraestructura de carga pública.

  1. Conducción autónoma en el transporte público: 

Se espera una reducción de la accidentalidad –principalmente la debida a la eliminación de errores humanos– y una mejora de la fluidez y la eficiencia del tráfico rodado, lo que proporcionaría un mayor confort y posibilidades de aprovechamiento del tiempo.

  1. Transporte a la demanda en zonas urbanas poco densas:

Se trata de un servicio planificado para el usuario, que es quien se comunica con el operador para hacerle llegar sus necesidades de movilidad, a través de métodos telefónicos y/o telemáticos.

Beneficios de los PMUS (Planes de Movilidad Urbana Sostenible)

Los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) son, según la Guía práctica para la elaboración e implantación del Planes de Movilidad Urbana Sostenible del IDAE:

“Un conjunto de actuaciones que tienen como objetivo implantar formas de desplazamiento más sostenibles en el espacio urbano”.

Es decir, los planes de movilidad sostenible en España tratan de:

  • Proporcionar a la ciudadanía alternativas al vehículo privado que sean cada vez más sostenibles y eficaces.
  • Concienciar de la necesidad de un uso más eficiente del vehículo privado. 
  • Devolver las ciudades a las personas y dotarlas de una mayor calidad de vida.

Por otro lado, los PMUS también propician facilitar el acceso a la compra de vehículos eléctricos y, lógicamente, la instalación de cargadores para garantizar que la movilidad eléctrica sea fácil incluso en trayectos largos o con un uso intensivo de los vehículos. 

Ahora, gracias a la electrificación, más kilómetros no significa más contaminación.

Movilidad urbana sostenible: un reto energético y ambiental

Según la página del Ministerio de Transición Ecológica, el objetivo de los PMUS es:

“Garantizar un ambiente sano donde se pueda caminar y pedalear por itinerarios accesibles, seguros y atractivos; y donde los desplazamientos más largos a los destinos laborales, educativos, sanitarios y de ocio se resuelvan mediante el transporte público”.

Movilidad urbana sostenible: ejemplos

En este sentido hay dos claros ejemplos en España: 

  • El proceso gradual de peatonalización y descarbonización de los trayectos en Pontevedra.
  • La apuesta decidida de Valencia por el uso de la bicicleta.

El 13 de febrero de 2024 el Consejo de Ministros dio luz verde al proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, cumpliendo así con uno de los objetivos acordados con la Comisión Europea en la Adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Aunque el concepto básico del PMUS es la optimización de la movilidad en un sentido de aumentar los desplazamientos en bicicleta o a pie, compartir coches o mejorar y facilitar el uso del transporte público, el coche eléctrico es un eslabón sumamente necesario para este cambio. 

Es sabido que el futuro de los coches de gasolina es la desaparición. Las normativas europeas y la necesidad de frenar el cambio climático obligan a tomar medidas desde la propia consciencia.

Compartir coche o usar transporte público es mucho más eficiente si lo hacemos sin quemar combustibles fósiles. 

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